Vitarmonía - ¿Cómo comenzó todo?
- leirerocio3
- Mar 26
- 3 min read
Vitarmonía fue el nombre de mi primer emprendimiento, un proyecto con el que me comprometí sin saber exactamente de qué trataría. Todo comenzó cuando escuché una conferencia de mi querida Claudia Sierra en FES Acatlán. En esa charla, ella me ayudó a descubrir un sueño de vida que, hasta ese momento, ni siquiera sabía que tenía.
Fue una conferencia sobre cumplir nuestros sueños más locos, sobre crear algo donde antes no había nada y, al unir el poder de varias personas, formar una cosa llamada empresa. Pero no cualquier empresa, sino una que no solo generara dinero y poder, como siempre había conceptualizado a los empresarios, esas figuras que veía en las telenovelas de mi mamá. Claudia nos pintó que las empresas son grupos de personas con un fin común, llevando valor y un bien a la sociedad mediante un producto o servicio.

¡Qué increíble! Generar dinero y abundancia a partir de tus ganas de crear algo, de encontrar gente igual de loca que tú para cumplir juntos los sueños más locos que puedan imaginar. Me enamoré en ese instante de la idea.
Claudia también mencionó algo que capturó mi atención: la incubadora de empresas de la facultad. Había que llevar una idea, y ellos te ayudaban a hacerla realidad. ¡Qué increíble! Así que, sin tener ni idea de lo que hacía, puse manos a la obra.
Empecé a escribir ideas en un pizarrón, mis clases de italiano y un toque de inspiración divina trajeron a mi vida el nombre "Vitarmonía". Vita significa vida en italiano, y armonía es igual en español e italiano.
Esa palabra nueva me hizo pensar en lo que quería lograr. Me llevó a reflexionar sobre cómo deseaba ayudar a las personas y encontré una idea a la que dediqué muchos meses de mi vida. Esa idea me llevó hasta California, becada en un campamento de emprendedores, y me hizo creer que todo era posible.

Sin embargo, no era el momento para que se volviera realidad. Tenía apenas 19 años y mucho por aprender. Con el tiempo, mi vida cambió drásticamente: me cambié de carrera, falleció mi papá, estudié administración (¡qué sorpresa!), inicié siete emprendimientos muy distintos (unos regulares y otros que jamás despegaron), encontré al amor de mi vida… Hasta que finalmente, conseguí un empleo que me dio calma. Esa calma me permitió escuchar mis pensamientos, sanar y encontrar mi propósito.
Hoy sé que quiero ayudar a cambiar la percepción del trabajo en México y Latinoamérica. Quiero que más personas entiendan que el trabajo puede ser una fuente de satisfacción, bienestar y conexión, que no tiene que ser un sufrimiento. Que el trabajo puede ser algo más bello, como lo que describía Claudia en aquella conferencia: un lugar para cumplir los sueños más locos con personas increíbles que encuentras en el camino. Pero esa visión incluye también a quienes trabajan dentro de las empresas. Las empresas no están hechas para hacer daño; al contrario, son espacios donde personas con ideales compartidos trabajan juntas para crear un mundo mejor.

Imagino un futuro donde las personas vean su trabajo como un espacio para divertirse, retarse, crecer y descubrir lo que llevan dentro, mientras cuidan de sí mismas. Reflexiono sobre mi papá, quien amaba su trabajo y su vocación de servir, pero cuando la obligación superó su bienestar, pagó un precio muy alto, falleciendo a los 52 años.
Esa experiencia me mostró que las ideas que tenemos sobre el trabajo —que hay que sufrirlo, que debemos ser responsables a toda costa y no podemos soltarlo— tienen consecuencias graves. No solo afectan nuestras relaciones y bienestar emocional, sino también nuestra salud. Por eso quiero desafiar esas normas y cambiar esas ideas.
Vitarmonía, Vida en Armonía, significa reconocer que somos seres completos. No solo existimos fuera del trabajo; también dentro de él podemos cuidar de nosotros mismos. Más aún, el trabajo puede ser una fuente de bienestar, conexión y satisfacción, siempre y cuando lo enfoquemos de manera humana.
Hoy, Vitarmonía ya no es solo un sueño. Con programas y consultorías para empresas, diagnósticos de bienestar organizacional y ahora coaching para personas, estamos avanzando. Esta batalla tiene varios frentes: el personal y el de las empresas. Aunque seguimos en construcción, me emociona todo lo que hemos logrado en este año y medio de la nueva versión de Vitarmonía. Sé que seguiré creciendo, aprendiendo y explorando, al igual que la marca.

Gracias por estar aquí. Si te interesa este camino hacia una mejor relación con el trabajo, te invito a suscribirte para que no te pierdas ninguna de las nuevas entradas de este blog.
¡Espero que estas reflexiones sean una contribución positiva para tu vida!